sábado, 20 de septiembre de 2008

Eliana Simonetti, "Jardines celestiales"


La obra plástica de la artista chilena ha transitado de una estética objetual hacia la representación bidimensional de variadas imágenes y referencias que recolecta y colecciona.
En el proyecto iniciado a fines de los años 90, "Arbolario III" la artista trabaja en torno a la figura del árbol como metáfora de vida, abordando una estética que la relaciona con la tradición del barroco latinoamericano.
La obra de Eliana Simonetti se constituye a partir del concepto de saturación propio del barroco latinoamericano. El mestizaje de esta tendencia original de Europa con la cultura indígena en plena época colonial, se caracterizó por una saturación de información y por la acumulación de conceptos e iconos.
Esto ocurre especialmente en su ultima propuesta, "Arbolario III", que se entiende y aprecia a través de la decodificación de múltiples referencias que se entremezclan y se superponen sobre la superficie, configurando un todo cargado de simbolismo.
El proyecto que se exhibe desde el 10 de octubre al 18 de noviembre en el Museo de Bellas Artes de Santiago es la tercera etapa de una propuesta iniciada a fines de los años 90 y donde el árbol ha sido la figura central. En un primer momento, la artista realizó un mural hoy expuesto en la Estación Bellas Artes del Metro de esta ciudad, creado a partir de los dibujos donde diversos autores, incluidos niños y aficionados, estamparon su propia manera de concebir un árbol. Mientras que, en un segundo paso del proyecto, construyó cajas en las que guardó ensamblajes construídos por ella.
De una estética objetual, Simonetti recurre nuevamente en esta etapa al proceso de apropiación y recolección, reemplazando los elementos matéricos de antes por imágenes hechas a partir del recorte y digitalización de todo tipo de impresos: revistas, libros, publicidad, prensa, fotografías y tarjetas.
La artista formada en arquitectura y pintura en la Pontificia Universidad Católica de Chile, nos dice: "En mis obras utilizo una estética híbrida y barroca con una sobrecarga y saturación de imágenes de orígenes, épocas, y culturas diferentes. Es el legado del colonialismo cultural y religioso en nuestro continente y del mestizaje propio de nuestra identidad cultural".
Exceso de referencias
Simonetti utiliza el método de la apropiación de imágenes de diversos orígenes, recortes acumulados en un inventario y descontextualizados al ser sacados de su lugar de origen y reubicados en el lienzo. Estas imágenes son intervenidas y dispuestas de tal forma que logran un espacio único que relata una historia, con principio, desarrollo y fin. Son ciclos que se suceden al recorrer el laberinto en una permanente dialéctica en la búsqueda del paraíso perdido.
La obra plástica de esta artista invita a entrar en un mundo mágico donde se presenta el jardín celestial con la figura del árbol como actor principal. El árbol como metáfora de la existencia, nace, vive y muere; simboliza los ciclos vitales representados por los cambios vegetales.
"A través del árbol llegué a los jardines o edenes rodeados de cercas que protegían y vedaban el acceso a ellos, convirtiéndolos en parajes anhelados. Su simbolismo simultáneo como un paraíso terrenal y como el reino celestial, los convierte en principio y final. El árbol protagonista en ellos es el eslabón, el ciclo de la vida y de nuestro peregrinaje en busca del paraíso perdido y de la felicidad eterna", argumenta.
Con la acumulación y distribución de información visual sobre el soporte, Simonetti construye un laberinto. Es un proceso creativo que comienza con la disposición de imágenes sobre la famosa tela de lino de origen francés, toile de jouy, que recrea el clásico jardín europeo con paisajes bucólicos y de ensoñación. Luego, dispone sobre el lienzo el dibujo arquitectónico que simula un jardín mitológico y que añade la estructura de recorrido al aparente caos informático del collage.
Entonces, la artista ensambla estas imágenes que ya vienen cargadas de historias y significados, recomponiendo mundos posibles. Exceso de referencia: todos los elementos e conectan entre sí y dejan de ser un todo único e individual.
Es en este recorrido que ubica sus capillas-estaciones, suerte de santuarios que van marcando el recorrido en esta búsqueda; Simonetti va desde lo micro (referentes visuales) hasta lo macro (jardín mitológico).
La obra completa se basa en el intertexto, el ensamblaje de distintos referentes, tanto visuales como pictóricos. De la misma manera, elige sus materiales que coexisten, compiten y se potencian entre sí. Los recortes se conectan y forman, desde lo particular, un todo que a su vez representa una cantidad infinita de bagaje referencial.
Revista Arte al Límite
Ed 28
A.L.C.

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